EUROPA
PRESS
22 marzo
2019
Ayunos
secos, la dieta sin agua que te pone en peligro
Recientemente un programa de televisión
se centró en cómo una famosa presentadora se sometía a los consejos de una
pareja asidua a los ayunos secos o prolongados durante unos días, siendo un
proceso 'satisfactorio' para los invitados como método de depuración de su
cuerpo, con la ayuda de la meditación, y a pesar de apenas beber agua, hacerlo
de forma muy puntual, y de no comer en días; no así para la presentadora, para
la que representó un auténtico calvario.
Con el objetivo de 'depurar', 'regenerar' y 'resetear' el
cuerpo también está de moda beber durante un mes un jarabe o una serie de
preparados. ¿Hasta qué punto esto es saludable o pone en peligro nuestra salud?
¿No se atrofiarán y dañarán nuestros órganos internos?
"Si una persona con una enfermedad grave, como el
cáncer, o una infección vírica, tipo la neumonía, se somete a un ayuno seco es
más probable que tenga aún problemas más serios en menos tiempo, se agravará mucho
su cuadro", advierte a Infosalus en este sentido
el doctor Nicolás Romero, experto en nutrición y alimentación.
Es más, asegura que se trata de dietas o procedimientos
extremos que pueden poner en peligro la vida de la persona. "Hay dos
modalidades de ayuno seco, el suave (se puede beber agua) y el duro (no se
puede beber agua, ni tampoco tener contacto con ella, es decir, ni
ducharse)", precisa.
Según indica, las personas que los practican lo suelen hacer
por tres razones: por pensamiento mágico o místico; por la culpa y el
autoengaño, por la que se van a depurar o resetear su organismo o poner a cero
el metabolismo (que es imposible); o bien ante una falta de autoestima que les
lleva a asumir retos y desafíos extremos. "Es una forma punitiva contra tu
organismo, sea la razón que sea", reitera.
A su juicio, privar al cuerpo de comida y de agua es
"algo que roza la irracionalidad". Así, destaca que ante un ayuno
seco estricto, en 5-7 se puede fallecer. Cuando se trata de una dieta de ayuno,
en la que se puede beber agua, se puede aguantar más y llegar hasta las 3
semanas, "aunque ahí puedes empezar a tener fallos cardiacos".
En este punto, el doctor Romero señala que los que practican
o prescriben este ayuno dicen que hay que hacerlo de forma intermitente, en
cascada, un día en ayunas, otro descansas, dos en ayunas, dos descansas, etc.
Según insiste, médicamente tiene muchas contraindicaciones y, por ejemplo, se
produce una hormona antidiurética y toda el agua el cuerpo la guarda para la
sangre, de forma que las células pierden hidratación y a nivel cerebral surge
una especie de cansancio, de mente borrosa.
"Es bastante
dramático. La filosofía de la depuración, de la desintoxicación, es que vas a
ganar energía y a tener la mente más clara, pero en este caso no, porque el
cerebro, las células neuronales, están deshidratadas y el cerebro está
peor", advierte el especialista en nutrición.
No existen
evidencias científicas de sus beneficios
Por su parte, la jefa de Endocrinología y Nutrición del
Hospital Universitario Príncipe de Asturias, la doctora Julia Álvarez, remarca
en declaraciones a Infosalus que "no existen
ventajas del ayuno prolongado para la salud, ni hay trabajos con evidencia
científica contrastada que así lo determinen".
Según apunta, un ayuno con restricción total de ingesta, es
decir, si no se toman alimentos ni agua puede llevar a la muerte en pocos días
por deshidratación y a un fallo en el funcionamiento de los riñones
(insuficiencia renal). En cambio cuando no se restringe el agua (normalmente en
huelgas de hambre, ayunos por razones religiosas etc.), o se toman además
minerales y vitaminas (casos de ayuno terapéutico), la supervivencia se alarga
enormemente, indica la experta.
En opinión de la doctora Álvarez, cabe destacar también que
en el ayuno prolongado se han descrito muertes súbitas por arritmias
ventriculares en relación con pérdida de las proteínas corporales, y las
alteraciones en las concentraciones de cobre, potasio y magnesio. "Por
último recordar que los ayunos prolongados producen cambios psicológicos que
afectan al comportamiento e inducir la presencia de trastornos en el
comportamiento alimentario", sentencia la
endocrino.
Mientras, desde la Sociedad Española de Nefrología, el
doctor Fernando Simal, jefe de la sección de
Nefrología del Hospital Universitario de El Bierzo de Ponferrada (León),
advierte a Infosalus de que un ayuno seco, el no
beber ni comer nada durante un tiempo, es algo que no se debe hacer.
"Son dietas muy negativas para la salud ya que producen
cuerpos cetónicos, unas sustancias que se producen
cuando el cuerpo tira de sus reservas al no comer, que pueden producir acidosis
y hacer que la persona enferme gravemente. No aconsejo estas dietas. No son
para nada convenientes para la salud, pero en el caso de tener la voluntad de
hacerlas, aunque insisto en que no lo recomiendo, no las prolongaría más de dos
días", afirma.